Algo que Decir

domingo, julio 29, 2007

Domingo


Los domingos no trabaja, sino que permanece tumbada, exhausta, mientras el pez se revuelca encima de ella; emite estúpidos ruiditos para divertirle y hace como si fuera a comerse sus garras, lo que le hace reír. Jamás vi un pez capaz de reír. Eso me hace dudar,,,, Incluso a mí empiezan a gustarme los domingos. ¡Dirigir toda la semana cansa tanto el cuerpo!. Debería haber más domingos. En los viejos tiempos me parecian odiosos,pero ahora vienen muy bien.


Fragmentos del diario de Adán, Pag 22

Libro: Diario de Adán y Eva

Autor: Mark Twain