KOAN
Una mañana el anciano, sentado a la orilla del rio, observaba al joven luchando durante horas contra la corriente.
"Maestro, sigo nadando y sin embargo me ahogo".
El anciano le miró y le dijo:
"Sigues nadando y por eso te ahogas".
"Maestro, sigo nadando y sin embargo me ahogo".
El anciano le miró y le dijo:
"Sigues nadando y por eso te ahogas".
2 Comments:
eso
By elgonzalez, at 6:39 a. m.
eso
By elgonzalez, at 6:39 a. m.
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